Dear daddy...

Un famoso autor, llamado Phillipe Dupasquier, nacido en Suiza, escribió un libro, donde el camino entre un padre y su hija se separaban. Ella, le escribía cartas, mientras añoraba su ausencia.

Este famoso autor, coincide en nombre con el padre de Jason, un hombre, que también ha sido muy destacado en Suiza, siendo dominador del campeonato nacional de motocross y supermotard. Gracias a él, pudimos vivir el crecimiento de un piloto que desde muy pequeño quería volar sobre el asfalto del campeonato del mundo.

Jason, comenzó en la misma modalidad que su progenitor. Era tan rápido, que decidieron probar suerte en velocidad. En el año 2016, fue campeón de la Copa ADAC GP de Europa del Norte. Más tarde, hizo su progresión hacia el FIM CEV y la Red Bull Rookies Cup, lo que le abrió camino hasta el mundial de Moto3 para hacer su debut en 2020.

En este 2021, se dejó aconsejar por el expiloto Álvaro Molina, piloto de gran recorrido en el campeonato europeo. Además, tiene un hermano, que quiere seguir sus pasos, inscrito actualmente en la Northern Talent Cup. 

Era uno de esos pilotos, que el paddock veía siempre con una sonrisa gigante, por estar viviendo un sueño y haber superado las adversidades. Todos le recordaremos, por ser uno de nuestros ejemplos, que nos hacen vibrar cada fin de semana, en un deporte con una afición, que desde sus orígenes, ha sido categorizado de familia. 

Si Jason hubiera escrito una carta a su padre antes de esa Q2, habría sido para darle las gracias, por ayudarle a cumplir sus objetivos y luchar por ellos, por hacerle vivir experiencias únicas en países únicos, con gente única. Lamentablemente, muchos se van cada año, pero siempre perduran en la memoria, por lo que fueron y por lo que nos han regalado el tiempo que han estado entre nosotros.

Por eso, debemos disfrutar y apoyar a todos y cada uno de los pilotos que tenemos en pista, que se dejan la piel por superarse y por hacer cada vez más grande a este deporte. 

Descansa en paz Jason.

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